La ingenuidad y los sueños.
A veces es buen recurso volver al pasado.
Destapar la caja de recuerdos rotos, donde el dolor y el amor se cruzaron para dar lugar a aquellas historias, tan dignas o más, que el guión de cualquier película.
Yo ya no sé lo que echo de menos. Si los tiempos que nunca más regresarán, o el pasado reciente que asemejaba al espejismo de lo que me esperaba en un futuro más cierto que emocionante.
Me hallo en tierra de nadie, esperando el cometa Halley que me devuelva a la apasionada niña que soñaba con encontrar el amor verdadero, y ahora duda que exista.
Quizás es a ella a la que extraño. Puede que la ingenuidad sea la mejor llave a la hora de abrir ciertas puertas que conducen a los sueños, y perderla, signifique despertar.