De nuevo la soledad como compañera de asiento, la enfermedad, como motivo vivo y la mente como billete de lejano viaje. Agoto los días pensando que llegarán aquellos mejores. No engaño: La ciudad ayuda de manera paradójica aunque apenas salga a pasearla.
Días sin sol.
Días sin sol.
Días sin sol.
De nuevo la soledad como compañera de asiento, la enfermedad, como motivo vivo y la mente como billete de lejano viaje. Agoto los días pensando que llegarán aquellos mejores. No engaño: La ciudad ayuda de manera paradójica aunque apenas salga a pasearla.